El poder transformador de la ciencia básica: Un avance revolucionario en fertilidad humana

De izquierda a derecha: Darío Krapf (dirección científica), Guillermina Luque (especialista en fertilización in vitro), Mariano Buffone (dirección científica), y Matías Gómez Elías (director de laboratorio en Fecundis).

Nació en Argentina el primer bebé del mundo gracias a una nueva técnica de fertilidad que activa los espermatozoides. 

El bebé nació en Buenos Aires, Argentina, hace más de un mes. El resultado es parte de un ensayo piloto que buscó mejorar el desarrollo embrionario a partir de las técnicas de reproducción ya convencionales como la fertilización in vitro. Además, hay otros dos embarazos logrados con la misma técnica que se encuentran actualmente en el tercer trimestre.

El nuevo método, denominado HyperSperm, fue desarrollado por Fecundis -una startup de tecnología médica con sede en Argentina y en el Parc Cientific de Barcelona, que fue fundada por los investigadores Darío Krapf IBR (CONICET-UNR), Mariano Buffone IBYME (CONICET) y Rita Vassena (CEO de la empresa)-. Este primer nacimiento es el resultado de la prueba piloto realizada en la clínica In vitro Buenos Aires, que colabora en la investigación junto con CONICET y la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

¿En qué consiste HyperSperm? “Recrea de manera eficiente el proceso de “capacitación” natural del espermatozoide, pero en un tubo de ensayo. Se adapta perfectamente a todos los métodos de reproducción asistida utilizados en la actualidad. Es la primera vez que un procedimiento mejora la capacidad fértil de los espermatozoides”, explica Darío Krapf, investigador del IBR y líder del laboratorio “Cascadas de señalización Celular”.

Entonces, activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides, reproduciendo en el laboratorio el proceso que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer. ¿Cómo es posible? “HyerSperm modula los eventos moleculares que suceden naturalmente en el tracto femenino, a través de distintos medios adecuados que se utilizan secuencialmente. No hay ningún tipo de modificación genética. El tratamiento se realiza sobre la muestra de semen del paciente y lleva aproximadamente 90 minutos”, desarrolla Krapf.

Es que históricamente el espermatozoide era considerado una suerte de “delivery” de ADN al óvulo. Pero este concepto se modificó con el volumen cada vez mayor de trabajos científicos que muestran que el espermatozoide es clave para un desarrollo embrionario exitoso. “La adquisición de la capacidad fértil del espermatozoide, llamada “capacitación”, que se da aún luego de la eyaculación, es crucial en este proceso”, describe Krapf.

Alrededor del 17,5% de la población adulta —aproximadamente 1 de cada 6 en todo el mundo— experimenta infertilidad, según la Organización Mundial de la Salud. Esos datos han puesto de manifiesto “la urgente necesidad de aumentar el acceso a una atención de la fertilidad asequible y de alta calidad para quienes la necesitan”, había advertido la agencia sanitaria en abril pasado.

Tasas de éxito

Actualmente, en promedio, se requieren 3 ciclos de reproducción asistida para lograr un embarazo. Pero Krapf enfatiza que la nueva técnica tiene el potencial de revolucionar la clínica reproductiva, haciendo mucho más eficientes los procedimientos disponibles y habilitando a que muchas parejas tengan la posibilidad de acceder a tratamientos de baja complejidad, que actualmente tienen bajísima tasa de éxito.

“El espermatozoide eyaculado pasa de un movimiento rectilíneo progresivo a un movimiento muy vigoroso, muchas veces identificado como movimiento en estrella, denominado hiperactivado”, explica Krapf. Este cambio en el patrón de movilidad ocurre con la capacitación y es considerado un parámetro que indica el grado de capacitación de la muestra. Las mayores tasas de hiperactivación generalmente conducen a mayores tasas de éxito de procedimientos de asistencia reproductiva.

Las proyecciones a futuro están en poder obtener la aprobación de los marcos regulatorios, como FDA, EMA y ANMAT, para en un lapso no mayor a 3 años estar ya en condiciones de ofrecer el producto. Así lo interpretan los investigadores y fundadores de Fecundis.

El impacto de la ciencia básica

Este hito representa un logro significativo para el IBR y su compromiso con la ciencia básica y aplicada. “Esta investigación es un ejemplo de cómo la sólida base de conocimientos en biología molecular y celular puede tener un impacto directo en el campo de la reproducción asistida”, destaca Krapf.

El IBR, con su enfoque en la investigación básica, ha sentado las bases para este avance científico. Los descubrimientos fundamentales en biología celular y molecular realizados por los científicos del instituto han allanado el camino para el desarrollo de nuevas técnicas y enfoques en el campo de la fertilidad.

Además, la colaboración entre el IBR y el IBYME demuestra la importancia de la interdisciplinariedad y la sinergia entre diferentes áreas de la ciencia para lograr avances significativos.

La llegada de este bebé concebido con el método de activación de espermatozoides de los investigadores del CONICET, representa un hito histórico. Este logro no solo destaca el impacto de la investigación básica en la sociedad, sino que también ofrece nuevas esperanzas y oportunidades para aquellos que enfrentan dificultades en la concepción.

Por Jimena Zoni
Comunicación IBR (CONICET-UNR)

Referencias bibliográficas:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33991146/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32010695/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31245370/